Yoryi Morel: Recreador Delirante

Por: Virginia Goris y Antonio Prats-Ventós

Siempre he tenido la impresión de que a Yoryi Morel no le demostramos el cariño y el respeto que merecía. Nuestra sociedad no vio al gran artista ni la gran persona que era. Esto es penoso. Lo mismo pasó con Gilberto, Jaime, Eligio, Paul y otros. No nos dimos cuenta que ellos con sus defectos eran pilares, los auténticos en los cuales se aumenta nuestra cultura no pretendo –estamos muy lejos de esto- de que se les considera “Tesoros Nacionales intangibles”, como sucede en el Japón, pero sé, que, por lo menos, le aseguramos un nivel de vida aceptable y nos sintiéramos orgullosos de su obra, que al fin y al cabo, era la representación en color y forma de nuestros dominicanos sentimientos, de nuestro espíritu, que esto creo, es lo que es el arte: “espíritu concretizado”.

Tengo remordimientos de no haber dicho, lo poco o lo mucho que admiraba su obra, su autenticidad, como pintor de lo suyo, de su tierra, de su luz y de su gente.

Dicen algunos autonombrados críticos que era un pintor costumbrista. ¡Tanta idiotez! Yoryi era un pintor, un gran pintor que respondía a sus experiencias, las suyas, no prestadas, de un entorno y lo que lo rodeaba era su Cibao; sus flamboyanes, la luz de sus paisajes y sus gentes. Creo que, sus “Campesinos cibaeños”, propiedad del Museo de Arte Moderno, es una de las obras maestras de la pintura dominicana.

Y pintó toda su vida, sin dejarse influenciar por nadie ni nada. Algo difícil con el cambio en la moda, cuando nos convertimos y todavía lo estamos, en eco de lo que se hace en París o Nueva York y esto sí es costumbrismo al plagio y a la dependencia de la creatividad ajena.

Yoryi, como persona, tenía la bondad de un niño; no polemizaba con nadie, ni sabía de envidias. Recuerdo cuando fue director de la Escuela de Bellas Artes, el cariño con que trataba a sus alumnos.

Hoy todo en arte ha cambiado tanto, sus obras son un remanso de paz, de buen oficio y de sinceridad

Fue un gran amigo, un gran pintor y una gran persona, que ya es decir.


Virginia Goris. Antonio Prats-Ventós. Presentación del catálogo: Yoryi Morel: Recreador Delirante. Palacio Consistorial. Sala Yoryi Morel. Santiago de los Caballeros, R. D. 23 de octubre de 1997.

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