Ángel Duque

Por: Antonio Prats-Ventós. Introducción

Cuando uno está de regreso de muchas cosas, es agradable ver a alguien que inicia camino con valentía y entusiasmo, sin escoger, (pecado de muchos jóvenes) el fácil camino de la copia de revistas dedicadas al arte.

La obra de Ángel Duque es resultado de búsqueda y de estudios previos en dibujo. No se enfrenta a la tela a ver “que sale”. Me consta que dibuja continuamente y esto es algo asombroso en un artista de nuestro tiempo.

Gran seguridad en la pincelada, nos estimula a pensar que debería dedicarse a obras de mayor formato.

Me gusta su trabajo, tanto por lo que es, como por lo que nos promete para el futuro inmediato.

Viaja mucho, y esto le da gran cultura visual y capacidad de observación, algo presente ya en sus acuarelas que, por lo demás, es un medio difícil casi usado solamente por especialistas.

Yo, que no pretendo ser crítico de la obra de los demás (exageradamente lo soy de la mía) considero, que las pinturas de Ángel Duque merecen atención y seguimiento y le auguro un futuro de éxito, que, por lo demás, está presente en esta exposición.

No puedo escapar a mi condición de viejo profesor: me queda recordarle que el arte exige entrega total, no tan solo con amor sino apasionadamente, que tiene que hacer lo que él quiera pero continuamente. Tiene las bases para ello; el dibujo, “el hilo de Ariadna que nos hará salir del laberinto”, el color y su entusiasmo, harán el resto.

Le felicito por esta exposición.


Catálogo exposición Ángel Duque. Casa de Bastidas. Santo Domingo, R. D. 3 de junio de 1997.

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