Prats-Ventós: “Una imposición de acercamiento a las esculturas de Antonio Prats-Ventós”
Por Jeannette Miller
A lo largo de cuarenta y cinco años de trabajo escultórico, la obra de Antonio Prats-Ventós ha recorrido un camino de búsqueda constante, donde el dominio de las formas ha sido el primer objetivo. Pero ese dominio no ha podido ser ocupado por una sola corriente; la diversidad de estímulos culturales recibidos a través de la realidad dominicana que le tocó vivir, han paseado su obra por los linderos del abstraccionismo, le han devuelto por los referentes del realismo figurativo pugnando por definir lo taíno, lo africano o lo español, a base de auténticas búsquedas expresivas donde el material sirve de efectivo canal para entablar comunicaciones visuales contundentes.
Y es que Antonio Prats-Ventós, dominico-español-catalán, después de una esencial formación mediterránea entroncó en nuestra isla, y como el más auténtico criollo supo despertar las materias tropicales hasta convertirlas en su sello de factura, en sus propias formas, en su espíritu…
Antonio Prats-Ventós es quizás hoy el mayor exponente de la escultura dominicana. Desde que, a los 16 años impartía clase de modelado a niños campesinos en la ciudad de La Vega, tuvo que librar una dura lucha para llegar al lugar relevante que hoy ocupa, Prats-Ventós se ha distinguido por una inquebrantable voluntad de trabajo, y al evaluar esta retrospectiva nos atrevemos a afirmar que materia y trabajo han sido los determinantes de su producción. Ayudante en sus primeros años de Francisco Dorado y del excelente tallista español Palacios, Prats-Ventós también se ha desempeñado como profesor de escultura en la Escuela Nacional de Bellas Artes y en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña.
Lo esencial, lo pesado o lo etéreo de la volumetría ha sido utilizado por Antonio Prats-Ventós a lo largo de su carrera para plasmar el trópico, los árboles, las montañas, el ser humano…
Todos los elementos que llenan el Sur que refiere, desde la población de Azua en la cual vivió varios años, hasta toda la voluptuosidad tropical que define nuestra geografía caribeña.
Durante casi 45 años de labor artística, este innegable maestro dominicano ha trabajado en metal, piedra, mármol, derivados de plástico, pero preferiblemente madera en todas sus variables, pues es este medio con el que más se identifica.
No encontramos similitud entre su obra en metal y su obra en madera, pues estos materiales exigen del artista ordenaciones diferentes sumamente ligadas a esa estrecha interacción forma-sentido con que debe contar toda obra de arte. Otra característica definitoria del trabajo de Antonio Prats Ventós es que hace abstracto y figurativo paralelamente.
Trabajos a pequeña y gran escala, superficies policromadas y piedras brutales, casi desnudas, sirven para que el artista desarrolle planteamientos diagonales, cilíndricos, verticales, unos cerrados, otros centrífugos, utilizando materiales tan diversos como hierro, mármol, ónix, ágata, alambre, bronce, acero inoxidable, ámbar y maderas preciosas, para lograr un despliegue de formas donde reconocemos muchas de las corrientes actuales de la escultura dominicana.
Estos materiales que sirven de soporte al manejo del equilibrio, a la solución de planos, a la presencia de aristas, a esas ondulaciones que llenas de sugerencias nos ofrece Prats-Ventós, como logros de sus sueños y fantasías.
Cada escultura es una presencia que no puede ignorarse, cada pieza es un objeto liberador, porque el trabajo de Prats-Ventós, basado en lo esencial de la naturaleza isleña o exponente de una serie de orígenes que operan en nuestra formación cultural, presenta, de manera válida y equilibrada, los mecanismos que nos definen como hispanoamericanos; además, esa progresiva incorporación de lo dominicano que ha ido realizando Prats-Ventós a través de 45 años de labor nos permite afirmar que, de existir en la República Dominicana una escuela escultórica, ésta se encuentra referida necesariamente a su trabajo, basado en lo esencial de la Naturaleza y que por lo tanto es sólo capaz de producir un arte noble.
Galería de Arte Moderno. Ier Simposio Iberoamericano de Escultura en Santo Domingo, R. D. 2 de diciembre de 1985 al 2 de enero 1986.